Hay dos momentos del día en que mi mente creativa se activa y comienza a "escribir historias" en el aire: el primero es cuando estoy en la ducha, y el segundo, cuando me voy a dormir. Ayer fue una de esas noches donde "emergió" esta historia que te comparto aquí.
Lo primero que se me viene a la mente para situarte en el contexto, es pedirte que te imagines cuando los matemáticos comienzan a resolver problemas en las películas y de pronto aparece una nube 💭 llena de números y fórmulas en movimiento, hasta que finalmente, cuando logran resolverlas, la nube se desvanece.
Te cuento ahora el guión de la película: "En la nube de una emprendedora"
Acto 1:
Normalmente por las noches, en vez comenzar con la matraca de la cabeza de asuntos pendientes, como es el caso de mi marido (pero shhh! será nuestro secreto😜), intento dejar los problemas en el cajón y comienzo a agradecer por las cosas que han pasado durante el día.
Hago como un escáner de lo sucedido desde la mañana ☀️hasta la noche🌙. Me gusta hacerlo porque recuerdo momentos gratificantes que ya había olvidado al final del día.
Bueno, seguido a esto, sólo en algunas oportunidades, como por arte de magia, aparece la famosa nube.
Entonces, en lugar de fórmulas, ésta se llena de ideas, historias, de sueños, de locuras e incluso de bromas; todo siempre con una pisca de pasado, de presente y de futuro... 🤔¿será que tengo la matraca también?
Acto 2:
Desde la nube, recordé un video donde Paloma Palencia preguntaba ¿qué animal serías? Pues bien, contrario a la lógica, en lugar de visualizar la respuesta, en mi nube creativa apareció así sin más, la siguiente pregunta:
¿Por qué el León es el rey de la selva?🤔
Estaba curiosa, y bueno, como recién habíamos apagado la luz (y dejo el celular bien lejos de mi cama), no me aguanté y "pseudo desperté"🫣 a mi marido, recordando que había estado en Sudáfrica hace algunos años.
No quería respuestas técnicas, sólo un punto de vista.
Entonces me dijo:
¿Viste lo grande que es un elefante?
-Sí
Y así y todo, con lo grande que es el elefante, si ve a un león, siente miedo y escapa. El león en cambio, no le teme a nada.
Pensé: "no quiero ser león ni que me tengan miedo"
-Gracias mi amor por tu respuesta, buenas noches.
Ahora sí que me puedo dormir y ¡BOM! Vinieron a mi mente un sin fin de pensamientos.
Acto 3:
Lo primero que surgió fue una frase que escuché años atrás en forma de pregunta:
¿Cola de León o Cabeza de Ratón?
Acto 4:
En milésimas de segundos pasé luego a recordar el error más grande que había cometido en una entrevista de trabajo para ser "cola de león":
Estaba sentada frente al gerente de recursos humanos y a mi "futura" jefa, y cuando me preguntaron por qué me debían contratar a mí y no a otra persona, les respondí enérgicamente (y con orgullo hahaha): "¡Yo soy la mejor segunda!" Pffff ¡Imagínate! 🥴
¿En qué estaba pensando? Bueno, aunque no lo creas, mi intención era buena jajaja🙄. Quería decirle a mi “futura jefa” que podía confiar en mí, que podía apoyarse en mí incluso cuando ella no estuviera, que podía contar conmigo como un apoyo leal y sobretodo capaz de gestionar cualquier equipo y tarea que me pusiera por delante. ¿Ahora suena más bonito no?
Había sido directora de un campus de un preuniversitario en Chile, jefe comercial, jefe de Tarde Marketing💃🏻, sabía sin dudas liderar, pues bien, como decía mi papá: "buena la intención, mala la ejecución"😆
Ciertamente no obtuve el trabajo y sin dudas este "impasse" que te cuento🤦🏻♀️me sirvió mucho para la vida, ya te podrás imaginar...
Acto 5:
Siempre desde mi nube💭, mientras continuaba riéndome recordando esta "anécdota", cambió nuevamente la diapositiva⚡¡Piuum!
Ahora volvía a hacerme la misma pregunta, pero ya esta vez, con lecciones aprendidas🤓, camino recorrido y emprendimiento en mano
¿Cola de león o Cabeza de Ratón?
Acto 6:
Vamos por paso:
Para quienes estuvimos en el mundo corporativo, sabemos lo que significa ser "cola de León". Esto conlleva el hecho seguir normas y estándares creados por otro, cumplir horarios, depender de una estructura, rendir cuentas, seguir procedimientos y bla,bla,bla...😴
En el mundo del emprendimiento, en cambio, comenzamos con una idea o sueño, que vamos materializando, paso a paso a nuestra medida, hasta que un día, nos lanzamos valientemente a la piscina a ojos cerrados .
Comenzamos entonces a descubrir y a saborear lo que significa realmente ser "Cabeza de Ratón"👑
Y cuando te sumerges e ingresas en el mundo del emprendimiento femenino, I te puedo afirmar que es el proceso más maravilloso y enriquecedor que una mujer pueda vivir.
Acto 7:
Comenzamos “moldeando” esa idea💡que tenemos en mente y que nos quita el sueño con entusiasmo y curiosidad..
Y a diferencia del mundo corporativo, lo hacemos como si fuésemos un alfarero trabajando la arcilla💞💞, delicadamente a nuestro ritmo, testeando formas, según nuestros propios talentos; guiadas por lo que nos apasiona, por nuestros valores y lo que nos hace feliz; con una intención y norte claros.
Me atrevería incluso a decir que, detrás de cada emprendedora, hay un propósito de vida, que se manifiesta en el proceso…
Por eso, como el alfarero, las emprendedoras llegamos a un punto en el que la arcilla trabajada toma forma: la obra final está lista… pronta para salir al mundo.
Acto 8:
⚡Eureka!
En el camino del emprendimiento, esa obra final "hecha a mano" y diseñada con tanta entrega, paciencia y amor ¡Eres TÚ!
¡Tú, con tus colores propios, ofreciendo al mundo eso que te hace única! 🤩
¿Y sabes qué es lo mejor de todo? que en esta y en todas las obras venideras, siempre y en todo momento, el personaje principal seguirás siento TÚ, mujer emprendedora.
Acto final en la nube:
“Eres dueña de tu propio reino, soy feliz siendo emprendedora”, me dije, honrando a todas esas valientes mujeres emprendedoras.
Y con esta reflexión, nuevamente dando gracias por todo, mi nube y yo👯♀️ nos fuimos a dormir…🌙
THE END
💞Te abrazo y te honro
Andrea
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